Eres la palabra que cruza y que
nunca extingue el fuego, algo que punza sobre las flores y las deshoja, ese
“algo” que le falta a mi corazón para ser aventurero en las noches donde solo
podemos enlazar las manos mientras dejo que mi poesía bailarina ciega de ideas que me provoca tu boca, pueda intentar caminar por el perfil de tu
cuello.


